Las situaciones de aprendizaje
aparecen descritas en el RD 95/2022 y en el RD 157/2022, por los que se
establecen la ordenación y enseñanzas mínimas para Infantil y Primaria
respectivamente. En Andalucía, la Instrucción 11/2022 y la 12/2022 concretan la
organización y funcionamiento de los centros de Infantil y Primaria; ambas
instrucciones tratan en sus anexos III (Infantil) y IV (Primaria) dichas
situaciones de aprendizaje.
Nota previa de actualización de este artículo tras las Jornadas sobre Desarrollo del marco autonómico del currículo. Asesoramiento a las direcciones de los centros (octubre 2022): Tras dichas jornadas, se confirma que Andalucía propone la estructura de Situaciones de Aprendizaje idéntica a la UDI, aunque siempre como propuesta que deberá trabajarse en los centros y a modo orientativo. En el desarrollo de esta entrada, se indica qué debe incluir la Situación de aprendizaje y su enfoque.
Antes del desarrollo, sí comentar que la Situación de aprendizaje debe responder ante todo a eso: al aprendizaje (el matiz entre "aprendizaje" o "enseñanza" creo que es importante). Por ello, si no responde a la realidad del aula, de la normativa y del qué se quiere conseguir (o se tarda más en hacerla que en aplicarla) quizás no sea una situación de aprendizaje.
Dicho todo esto (y perdón por la extensión), vamos a ello:
Si nos ponemos en
contexto, los elementos curriculares tanto de infantil como Primaria son los
que se indican a continuación:
Nota: en el documento, al estar basado en el Real Decreto, se indica que los criterios de evaluación están secuenciados por ciclos. En el borrador de la Orden de Andalucía, se indica que estarán secuenciados por niveles.
En cuanto al objeto de esta entrada, las situaciones de aprendizaje son "situaciones y actividades que implican el despliegue por parte del alumnado de actuaciones asociadas a competencias clave y competencias específicas". Contribuyen a la adquisición y desarrollo de estas, integrando los elementos curriculares de las distintas áreas mediante tareas y actividades significativas y relevantes, para resolver problemas de manera creativa y cooperativa.Ante todo, deben suponer
la transferencia de los aprendizajes adquiridos por parte del alumnado, posibilitando
la articulación coherente y eficaz de distintos conocimientos, destrezas y
actitudes de cada etapa. Deben partir del planteamiento de unos objetivos
claros y precisos que integren diversos saberes básicos. Además, deben
proponer escenarios que favorezcan diferentes tipos de agrupamientos,
desde el trabajo individual al trabajo en grupos, permitiendo que el
alumnado vaya asumiendo responsabilidades personales progresivamente y
actúe de forma cooperativa en la resolución creativa del reto planteado.
En la normativa se otorga
especial importancia a que su puesta en práctica implique la producción y la
interacción oral, incluyendo el uso de recursos en distintos
soportes y formatos, tanto analógicos como digitales.
Representan una
herramienta eficaz para:
- Integrar los elementos curriculares de las distintas áreas mediante tareas y actividades significativas y relevantes
- Resolver problemas de manera creativa y cooperativa, reforzando la autoestima, la autonomía, la reflexión y la responsabilidad
Por qué se plantean:
En este sentido cabe destacar
que hay enfoques que consideran a las situaciones de aprendizaje como aquello
que engloba a la tarea, o bien identificándola como producto final tras
trabajar secuencias didácticas determinadas. De esta forma se puede interpretar
que se diferencia UDI de situación de aprendizaje, puesto que la estructura de
programación sería la UDI y en la parte central (transposición didáctica)
elegimos una secuencia didáctica determinada y el
producto final que surge de esos pasos sería la situación de aprendizaje.
Independientemente del modelo, se podría indicar que la situación de aprendizaje debe comenzar su diseño tomando como referencia la competencia específica o competencias específicas (compuesta por "el qué", "el cómo" y el "para qué"), a partir de ella diseñar un producto o tarea final y, por último, desarrollar todos los aprendizajes que se pretenden alcanzar teniendo en cuenta la competencia específica y la redacción de los perfiles de salida. Al final, el modelo debe incluir:
- El desarrollo de competencias movilizando saberes básicos
- Plantear una situación real, de carácter funcional y significativo
- Resolver reto o tarea
- Promover la creatividad, cooperación e interacción
- Proponer tareas o actividades de creciente complejidad
- Diseñar un metodología activa y con el alumno como protagonista
- Principios DUA
- Una evaluación auténtica, de carácter formativo y que proporcione feedback
Es importante tomar la competencia específica como punto de partida:
En el diseño de actividades también tendríamos como referencia los siguientes puntos:
- Partir de los conocimientos previos y experiencias reales del alumnado para diseñar las actividades iniciales y orientarlos hacia los nuevos aprendizajes.
- Evitar incluir actividades descontextualizadas, de memorización aislada de conceptos o de ejercitación mecánica innecesaria.
- Diseñar actividades abiertas y flexibles que permitan su ajuste en relación con las aptitudes, ritmos de aprendizaje e intereses del alumnado,. Incorporación de principios y pautas DUA
- Proponer dinámicas que promuevan el trabajo autónomo, cooperativo y responsable, así como el uso seguro, ético y eficaz de los medios digitales.
- Planificar situaciones que impliquen la cooperación entre distintas áreas, materias en el producto final (interdisciplinariedad)
- Generar actuaciones que impliquen el desarrollo de actitudes cívicas , la confianza en el conocimiento, atendiendo al interés social, retos del siglo XXI y los ODS
- Programar actividades de reflexión así como las que permitan demostrar la adquisición efectiva del aprendizaje mediante la heteroevaluación, la autoevaluación y la coevaluación.
En la siguiente infografía se resume todo lo expuesto, siempre modificable a una mejor opinión o interpretación.