El enfoque competencial de la enseñanza viene dado ya en el año 2006 con la implantación de la LOE, así como en el RD 1513/2006 de 7 de diciembre. Andalucía lo concreta en el 2007 (Artículo 6.2 del Decreto 230 de 31 de julio). Actualmente, la ya conocida LOMCE, el Decreto 97/2015 de 3 de marzo y la Orden de 17 de marzo de 2015 desarrollan las competencias clave en el ámbito educativo.
Más de una década de aplicación de las competencias y todavía son muchas las dudas que aparecen. En un primer momento debido a que por una parte estaba todo el desarrollo curricular y, al final, aparecían las competencias con las que debíamos evaluar. Sería el propio centro el que debía diseñar un proyecto en el que se incluyeran indicadores para llevarlas a cabo.
Quizás porque había un desconocimiento en este sentido, de manera general no se desarrollaron proyectos que tuvieran en cuenta dichas competencias y es entonces cuando, con la LOMCE, en Andalucía se desarrollan los indicadores de evaluación. Cuyo cometido, con más o menos acierto, es diseñar actividades y evaluación de acuerdo a una metodología competencial. Sea o no esto así, en un artículo anterior expongo una propuesta de tratamiento de indicadores para huir de una "educación estandarizada".
El sentido de este artículo es dar una visión de cómo la actual normativa educativa trata las competencias y dar respuesta a muchos de los obstáculos que se argumentan cuando hay reticencias o dificultades para incluirlas en el día a día.