viernes, 2 de enero de 2015

LA MEMORIA Y EL APRENDIZAJE

Escribo este artículo al hilo de una pequeña controversia sobre la memoria y el aprendizaje. Suelo decir a mis alumnos que "no aprendan de memoria", para seguidamente aclararles que me refiero a que no conciban el aprendizaje como el repetir un texto sin saber qué dicen. Es lo que llamo "parecer que se sabe" (reproducir al pie de la letra sin entender).

Siempre pongo el mismo ejemplo porque es muy clarificador: las reglas de acentuación. El alumno puede "saberse" todas las reglas de memoria, pero si después no pone ninguna tilde, no ha habido aprendizaje. En ello debemos estar los docentes y en sabérselo explicar a las familias y a los propios alumnos, ya que dedicarán esfuerzos en algo poco productivo (en casa lo repetirán al padre o a la madre cientos de veces y parecerá que se lo saben).

El mismo ejemplo lo podemos poner con el mínimo común múltiplo, el funcionamiento de los órganos del cuerpo humano...

En esta línea, me remito al artículo de Salvador Rodríguez Ojaos "Adelgazar el currículum para engordar el aprendizaje" (El Blog de Salvaroj) cuando nos dice que "Aprender tiene que ver con la capacidad de entender y asimilar contenidos, con saber aplicarlos para resolver problemas" o  que "Es mucho más difícil y complejo enseñar a un alumno a tener pensamiento crítico, a tener una inteligencia práctica (o ejecutiva, en terminología de José Antonio Marina), que llenar su cabeza con datos enciclopédicos que, como mucho, son útiles para participar en concursos televisivos"
Creo que debemos huir de la idea de que si no se sabe de memoria, no se sabe nada. ("Aunque siempre se hay hecho así", la frase más perversa del lenguaje educativo, como leí no hace mucho)

Pero entonces, ¿La memoria no se trabaja?

Por supuesto, pero "como una capacidad más y no como la única para alcanzar el aprendizaje" como cita Salvador en el referido artículo. Las nuevas teorías sobre la memoria en el aprendizaje la conciben no como un almacén sin más sino como la capacidad de gestionar la información y servirse de ella.

La memoria no es sólo repetir algo, debemos utilizarla para producir (no reproducir) o crear a partir de esquemas previos aprendidos. Como así dice José Antonio Marina, esquemas cognitivos que hemos formado en la memoria.

De hecho, la Orden de 4 de noviembre de 2015 sobre ordenación de la evaluación del proceso de aprendizaje en Primaria, dice "...Las competencias clave propician la movilización de destrezas prácticas y cognitivas, habilidades creativas y otros recursos psicosociales como actitudes, motivación y valores con objeto de lograr un mejor desarrollo de las habilidades de los individuos para resolver tareas mentales complejas, que van más allá de la reproducción básica del conocimiento acumulado"

Y en este sentido, hablando de metodología, precisa que "todas ellas comparten la necesidad de apartarse de la mera transmisión de conocimientos aislados.... Por esto, la evaluación no puede limitarse a la mera comprobación de que los conocimientos han sido memorizados"

En definitiva, la memoria se trabaja pero como construcción de esquemas cognitivos para producir(que entiendan, que asimilen, apliquen...). Ahí radica nuestra labor docente.

No midamos el aprendizaje por lo que somos capaces de almacenar, sino por lo que somos capaces de hacer, aplicar, experimentar...