miércoles, 20 de enero de 2010

Sobre Escuela TIC 2.0

En estos días se están repartiendo los ultraportátiles al alumnado de quinto y sexto de primaria de los colegios de Andalucía; o lo que es los mismo, se cumple una fase más para la implantación del programa Escuela TIC 2.0. Un programa que es la unión de los antiguos centros TIC que desde el 2004 se están llevando a cabo en Andalucía y del programa Escuela 2.0 que aborda el estado.
Como decía, una fase más tras la llegada de los portátiles para el profesorado de tercer ciclo y la fase de formación del profesorado (en la que aún estamos inmersos, ya que primero se formó a los formadores y, ahora, éstos al resto de docentes).
Bien, puesto en situación, decir que Escuela TIC 2.0 crea numerosas opiniones, controversias, posicionamientos a favor, posicionamientos en contra... y simplemente posicionamientos (lo que comúnmente se llama “a verlas venir”).
El primer debate; entre los profesores mediante la cuestión “¿Es la primera necesidad teniendo en cuenta lo justo de plantillas?”, ¿Por qué no se invierte en personal?”, ¿Qué hay de la autoridad del maestro? (buen tema este último)...Este debate lo zanja la Consejera mediante la afirmación de que “Esta partida presupuestaria es para esto, si no nos adherimos no podemos utilizar el dinero para nada más”.
Otro debate se plantea entre aquellos maestros con experiencias en centros TIC y se refieren a problemas con la red wifi, instalaciones deficientes, sistema operativo utilizado...etc. Todo ello crea una cierta inseguridad en aquellos que tienen “que tirar del carro” en sus centros lo que conlleva a desmotivación entre la plantilla, ya que ven como el coordinador dedica más tiempo a arreglar que a coordinador el proyecto meramente educativo. Como esto se plantea en el día día entre los sufridos coordinadores TIC de los centros y los profesionales (ojo, sin ellos nada de esto sería posible) del Centro de Gestión Avanzada.
Me interesa comentar aquello que inquieta a los padres y madres. Una vez terminado el proceso de repartir los ultraportátiles (con la firma de compromiso digital, explicaciones del tutor, orientaciones, normas...etc) lo que más preocupa es:
“¿Cómo controlo cuando se conectan a Internet?”, “¿Verdaderamente se aprende con el ordenador?”, “Yo no tengo conexión en casa”...
Comienzo por el final: el no tener conexión no es problema ya que los alumnos llevan su mochila digital con infinidad de actividades y recursos en modo local. En cuanto a si se aprende o no, no debemos olvidar que el ordenador es una herramienta más que debemos utilizar según necesidades, momentos...Todo ello teniendo en cuenta que la escuela está para educar, para formar... por lo que debemos contar con las nuevas tecnologías y educar en su uso ya que forman parte del día a día. Un niño aprende más fácil si ve significatividad en aquello que se le quiere enseñar, si le ve sentido en utilización y necesidad. Un niño no puede salir de la escuela y vivir un mundo completamente distinto al de su casa o calle (tiza y pizarra contra imágenes multimedia). Por lo tanto es necesario educar en las TIC y educar con las TIC.
Con esta reflexión conecto (y nunca mejor dicho) con la inquietud de los padres sobre el control en la navegación (aunque los “ultras” ya llevan una aplicación para padres para que filtren las páginas). Cuando enseñamos a un niño a montar en bici, lo hacemos primero con cinturón, ruedecitas y nosotros agarrándolo desde atrás; luego lo dejamos con ruedecitas; y al final solos. Otro ejemplo; un niño va al colegio con la madre o el padre y le decimos por donde tirar, otro curso le decimos cuáles son los peligros, posteriormente lo llevamos hasta un cierto lugar y lo esperamos en la esquina al volver, y al final va solo. Así debemos actuar con Internet, navegamos con ellos, les advertimos, le enseñamos para qué sirve, después navegan solos pero en lugar común como el salón...todo trabajando paralelamente casa-escuela.
No quiero terminar sin referirme a las palabras del presidente de la Junta, en las que dice que este programa garantiza la igualdad de oportunidades. Yo, personalmente, no creo que garantice nada, pero sí tenemos que tener en cuenta que este programa, más todos los que lleva un centro, más una buena educación en valores, más todo lo hablado en las entradas anteriores sobre competencias, sí se acerca bastante a garantizar una buena educación integral de la persona. Una educación basada en que el alumnado, citando a Delors, construya su saber, sepa hacer, sepa ser y sepa convivir.
Se podía hablar y extendernos en mucho de los apartados aquí expuestos (cómo se cuenta con los CEPs, con el profesorado con experiencias en TIC...), pero creo que con lo dicho se puede tener una perspectiva de la situación real.

viernes, 15 de enero de 2010

Competencias: orientaciones para el día a día

En relación a la entrada anterior, y tras una detallada revisión de nuestro proyecto educativo, llegamos a la conclusión de que no se debe perder una visión global y general de qué es lo que estamos haciendo, cuándo, por qué... Para ello se elabora una serie de orientaciones diarias que creo pueden servir, de forma resumida, para enfocar la práctica diaria del maestro en su clase.


Un curso podemos trabajar, debatir, evaluar... nuestro trabajo en clase con aportaciones de la plantilla actual. Pero, ¿Qué sucede cuando llega alguien nuevo al centro?, ¿Cómo actuamos ante una necesidad de "recordatorio" de todo lo tratado anteriormente?... pues para ello se plantean los siguientes puntos que sirvan como orientaciones para el día a día:

Las actividades debe estar orientadas al trabajo por competenciasNo trabajar contenidos aislados sino que integren habilidades
El alumno/a debe encontrar utilidad a lo que aprende
En el Proyecto de centro debe haber ejemplos de ellas


Se debe evaluar teniendo en cuenta las competencias
No se evalúan contenidos, sino habilidades que integran varios de ellos
Posibilitar la reflexión y razonamiento del alumno/a
Transmitir a alumnado y padres/madres que la evaluación no es calificación numérica (aunque a veces es lo único que le llega a casa y por eso se basan en ello)Tener en cuenta aspectos de organización, presentación, orden, responsabilidad, esfuerzo bien dirigido, autonomía… y no sólo la nota de un control (que puede o no hacerse).


La programación de aula debe tener en cuenta las actividades de los proyectos del centro así como las distintas complementarias.
Es objetivo de este curso integrar los proyectos; pero mientras, es necesario contar con ellos a la hora de programar
Grupo Desarrollo de la competencia lingüística (lecturas comunes de este curso por nivel, estrategias de comprensión lectora y actividades de Mi libro de lectoescritura)
Grupo razonamiento y reflexión: Estrategias de resolución de problemas y baterías de operaciones
Grupo Responsabilidad y Convivencia: actividades mensuales del EE Paz, coeducación y llevar a cabo técnicas de estudio.
TIC: actividades de la web, la editorial, recursos de Guadalinex…
Actividades complementarias: Constitución, Andalucía, Paz, II Semana lectura animada…
Recordar: el libro es una herramienta más y no nos debe condicionar la programación ya que ésta sí debe estar condicionada por nuestro proyecto educativo.
Incidir en la expresión, la lectura y comprensión lectoraImportante trabajar la expresión escrita y oral en todas las clases (se dan propuestas en el proyecto educativo)
Es básico el trabajo de la lectura y las estrategias de comprensión lectora del Proyecto para la mejora de la comprensión lectora. Importante en todas las áreas tal y como se indica y orienta en dicho proyecto.
Utilizar el cuaderno del tutor/a y el de evaluación por competencias.Cuaderno del tutor operativo y funcional
Ambos documentos dan información sobre la marcha del alumno/a sin atender sólo a calificaciones.
En el cuaderno del tutor deben escribir todos los maestros/as que entren en el aula, anotando incidencias, notas…
Estas cinco orientaciones las tenemos presente al comenzar cada curso y sirven de referencia. De todo ello se habla mediante un gráfico explicativo de nuestra dinámica de trabajo en el punto 20 del Plan Anual.

lunes, 11 de enero de 2010

El trabajo por competencias en el CEIP Huerta Retiro

Artículo del 11 de enero de 2010 que se actualiza con el del 17 de mayo de 2013: "Enseñar (y aprender) en competencias".

Sirva el presente artículo para reflejar el trabajo realizado en el CEIP Huerta Retiro del Mairena del Alcor (Sevilla) en torno al aprendizaje por competencias. Evidencia el trabajo realizado en el propio centro partiendo de las propias experiencias del profesorado, buenas prácticas de aprendizaje significativo que siempre se han realizado. El proceso para generalizar y formalizar, desde la planificación y evaluación, estas tareas en el quehacer ordinario docente desde la reflexión conjunta. Finalmente se presentan todos los documentos elaborados, desde y para el propio centro, consecuencia del proceso descrito.

Quiero, mediante este artículo y los materiales que al final se citan, ofrecer nuestra experiencia y reflexiones sobre el trabajo a través de competencias. Se nos planteaba un término nuevo que había que llevar a la práctica, un nuevo enfoque que debíamos aplicar con el alumnado pero que antes era necesario aclarar entre el propio profesorado del centro.

Así, el primer objetivo era evitar inseguridades y desconocimientos entre el claustro. Un claustro seguro en su práctica y con las ideas claras facilitaría el trabajo en grupo, las reflexiones, la puesta en común de las opiniones… De esta forma plantemos a dicho claustro que las competencias, en cierta forma, siempre se han trabajado (cuántas veces hemos indicado al alumnado aspectos como la presentación de escritos, el orden, alguna técnica para estudiar, utilización de agendas, dibujos o esquemas para interpretar un problema, que hagan alguna experiencia con legumbres…).La situación actual, desde un enfoque de búsqueda de mayor significatividad en los procesos de aprendizaje, nos obligaba a formalizar este tipo de acciones educativas integrándolas en el quehacer ordinario. Una vez que creamos seguridad en la práctica que se estaba llevado a cabo, dimos el siguiente paso: nunca las hemos evaluado (al menos de forma relevante) ni intencionalmente programando relacionándolas con objetivos, contenidos y criterios de evaluación.

Llegados a este punto, nos propusimos el segundo objetivo: Cómo evaluar en competencias. Para evaluar en competencias era necesario programar redactando unos objetivos reales, que impliquen a un conjunto de habilidades aplicables a la vida diaria, que no aíslen a los conceptos como saber puramente repetitivo y poco aplicable sino que los integren en las citadas habilidades. Unos objetivos que se relacionen fielmente con los criterios que vamos a utilizar en el día a día. Nuestra conclusión fue: evaluar en base a criterios aprendizajes significativos donde se entrelazan conocimientos y habilidades generadores de competencias básicas y no evaluar contenidos exclusivamente.

Una reflexión a modo de ejemplo, en el área de lengua a la pregunta “¿qué perseguimos que aprendan los alumnos y las alumnas en Lengua conceptos o que adquieran la capacidad de leer, escribir…?”. Lógicamente optaríamos por la segunda opción, pero curiosamente la mayoría de actividades, controles, pruebas… etc. que hacíamos estaban enfocadas desde la primera opción. No es lo mismo pedir que escriban tres clases de sustantivos a pedir una oración, opinión o descripción en la que aparezcan sustantivos abstractos. Hay que aprender conceptos pero sabiendo para qué sirven, contextualizarlos. Por ello establecimos unas programaciones en las que quedaran claros los criterios de evaluación:

“Elaborar textos utilizando una adecuada ortografía y expresión” sería un criterio global para evaluar la competencia lingüística. Para ello pedimos descripciones, oraciones, opiniones… en las que utilicen aquello que el alumnado está aprendiendo en ese momento (sustantivos, adjetivos, palabras polisémicas, adverbios…). Polarizaremos la atención en el contenido concreto pero, a su vez, integraremos todo lo aprendido en lengua relativo a expresión, orden de ideas, comenzar con mayúsculas…insertando lo nuevo con habilidades ya aprendidas y produciéndose así un el aprendizaje más funcional.

El tercer objetivo que nos propusimos, por lo tanto, sería diseñar nuestras actividades tipo. Actividades que faciliten el integrar, priorizar y adaptar los contenidos del nivel. Y por supuesto actividades que sirvan para evaluar lo que nos proponemos. Actividades que sirvieran de modelo al profesorado con relación a nuestras reflexiones y pretensiones educativas consecuentes.

Para lengua, en nuestro centro y tomando como referencia el Plan LyB, diseñamos una secuenciación de actividades de escritura y lectura que todos los niveles cumplen y que persiguen todo lo anteriormente expuesto. Descripciones, narraciones, pequeños cuentos, resúmenes… Se programan por quincenas y siempre teniendo en cuenta el nivel (cada uno con sus respectivas plantillas y documentos de apoyo para desarrollarlo en clase). Igualmente, se elabora un documento en el que se recoge un banco de actividades que los maestros van haciendo y que sirven de modelo o idea al resto.

Pero todo no son “grandes” actividades de carácter más complejo. El día a día se completa con construcción de oraciones, lecturas dando opiniones o cambiando un final, debates en clase, actividades orales…

Para matemáticas, el resolver problemas cobra gran importancia. Con ellos aplicamos lo que aprendemos quedando integrado de forma funcional. ¿Cuántos saben resolver el mínimo común múltiplo de dos números pero no saben aplicarlo en una situación real?, o más fácil ¿Cuántos saben hacer una división pero no saben aplicarla para repartir?. El hacer problemas tanto por escrito como de forma oral facilita en el alumnado comprender el para qué “aprendo yo esto”.

El último objetivo pretendía responder la pregunta que todo claustro hace: “entonces, ¿qué hago con el libro?”. La consecuencia fue: “utilizarlo como una herramienta más”. El libro no nos debe agobiar, no debe condicionar nuestra programación y debemos concienciarnos de que es una herramienta más que utilizamos o no según convenga o creamos oportuno. Resulta muy útil hacer actividades del libro de forma oral, ya que facilita el debate, el diálogo, se aprende a reflexionar… utilizar el “Por qué” ante la respuesta del alumnado, hace que se propicie el razonamiento y observamos ,y con ello evaluamos, cuál es el proceso que siguen para llegar a una conclusión.

A todo lo anteriormente expuesto se llega gracias a la dedicación de un claustro comprometido que programa reuniones periódicamente para autoevaluar su práctica, y la da a conocer, lo que le ayuda avanzar en un proceso de reflexión compartida en el que contamos con las orientaciones y asesoramiento del CEP de Alcalá de Guadaíra, de la inspección educativa y de la orientadora del EOE de nuestro centro.

Como documento final y para llevar a la práctica el trabajo y evaluación en competencias se han elaborado una serie de documentos que componen todo nuestro proyecto educativo y que es fiel reflejo y referente del trabajo diario en el centro. Algunos documentos son: