domingo, 2 de noviembre de 2014

"MAESTRO, ¿ESTO PARA QUÉ SIRVE?"

Teorías, metodologías, corrientes educativas, innovaciones, leyes... nada de ello tendría éxito si el alumno no se hace/nos hace esta pregunta: "Maestro, y esto ¿Para qué sirve?"

Debe considerarse como elemento fundamental al llevar a cabo la metodología y cada uno de los planteamientos citados. El alumno no debe acudir al colegio y a cada clase sin plantearse esta pregunta a cada momento (tarea del docente).

Suelo repetir cada vez que sale este asunto en cursos, debates, charlas... el ejemplo del mínimo común múltiplo. Casi todos los alumnos saben hallarlo al finalizar la primaria pero un bajo porcentaje sabe para qué sirve, es más, se puede hacer hasta complicado explicarlo. Hagamos la prueba con todo el currículum de Primaria.



La motivación en el aprendizaje se pondrá en valor cuando el alumno sepa qué sentido tiene lo que va a aprender, cómo se relaciona con lo que sabe, cómo lo va a utilizar ya sea de manera procedimental o para comprender otros ámbitos, en su formación individual o en la de la propia sociedad...etc. Enlazamos esta idea con una concepción del colegio como lugar para enseñarnos a razonar y a pensar, no a repetir de manera memorística una serie de conceptos o contenidos sin saber lo que se dice (aunque parezca que se sabe). Ahí es donde también entra el estudio: el alumno puede estudiar pero es diferente a que quiera (vea la necesidad) de aprender.



En este punto, el papel del docente es fundamental para guiar, ayudar a descubrir, adaptar la enseñanza, exigir lo adecuado a cada uno...etc. Por ello, no debe ser un mero "ponente" que exponga contenidos sin más. Si nos hacemos esta pregunta cada día, seguro que plantearemos continuas mejoras en nuestra labor mediante la reflexión.



"El aprendizaje no es solo saber lo que vas a hacer  sino también hacer con lo que ya sabes"
Nourma F. Fauziyah

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