domingo, 20 de diciembre de 2020

APUNTES DE LA LOMLE (Intervención de José Mª Pérez)

En esta entrada quiero compartir los apuntes que he tomado de la intervención, el pasado día 18 de diciembre, a cargo del inspector José Mª Pérez en el programa "Redes Dice" de Onda Capital. En dicha intervención realizó un riguroso análisis de la LOMLOE.



martes, 8 de diciembre de 2020

APRENDER A APRENDER

En este breve artículo he querido recoger las principales ideas publicadas por diferentes autores en relación al desarrollo del APRENDER A APRENDER. 

Trato de resumir ideas como los tipos de conocimientos, aprendizaje como habilidad, aprendizajes profundos como sinónimo de eficacia, cómo desarrollar el "aprender a aprender" y distintas estrategias, la autorregulación del aprendizaje...etc.








sábado, 14 de noviembre de 2020

SIGNIFICATIVIDAD DEL APRENDIZAJE

En la realización de actividades, y diferenciando entre ejercicios y actividades, cobra gran importancia la significatividad, la utilidad que se propone en su diseño.

Planteamos la actividad como "acción o conjunto de acciones orientadas a la adquisición de un conocimiento nuevo o la utilización de forma diferente de algún conocimiento ya adquirido". Se pretende una mayor contextualización que el ejercicio (son necesarios como asimilación, más ligados a conceptos y con escasa complejidad cognitiva) y que conecte con la realidad del alumnado buscando que encuentren utilidad de aquello que se aprende.

En su resolución se pretende que utilicen, que apliquen, los nuevos conocimientos además de los ya adquiridos. El pensamiento crítico, el razonamiento y la reflexión deberían formar parte de las estrategias metodológicas que se propongan para su realización, desarrollándose diferentes procesos cognitivos y, según cada caso, fomentando el tratamiento de la información.

Conectamos con el enfoque competencial entendido como la suma de actitudes (esfuerzo, participación, responsabilidad, creatividad, atención, iniciativa...), capacidades (comunicar, entender, organizarse, decidir, colaborar, reflexionar, razonar, flexibilizar la memoria...) y conocimientos (para qué sirve, cómo se resuelve, cuál es el proceso, cómo funciona, cómo se aplica...).

Por último, habría que considerar la evaluación de carácter formativo. Durante el desarrollo de la actividad habría que ofrecer una retroalimentación que permitan tomar decisiones para mejorar, para aprender y para motivar. Sería lo que se llama evaluación estimulante, con la que el alumnado sabe dónde está, qué debe cambiar o modificar y cómo debe hacerlo.

En esta fase, podríamos utilizar la "verbalización significativa" por parte del alumnado al realizar la actividad. Que nos cuenten por qué la han hecho así, expliquen qué ha respondido, lo expongan a compañeros, se sirvan de mapa mental al organizar contenidos, veamos cómo manejan conceptos, su reflexión...etc. de esta forma facilitamos una evaluación dirigida a los procedimientos tanto de enseñanza como de aprendizaje.



miércoles, 8 de abril de 2020

CONSIDEREMOS (AHORA MÁS, SI CABE) LA EVALUACIÓN

Entendemos el evaluar como el proceso mediante el cual, tanto docentes como alumnado, obtienen información sobre el grado de aprendizaje conseguido con la intención de llegar al objetivo planteado. Siempre, claro está, recogiendo evidencias sobre dónde está cada alumno, qué necesita para avanzar, cómo se puede mejorar el proceso, cuánto saben...

En muchos casos se sigue considerando la evaluación solo desde el punto de vista sumativo, como calificación final. Es lo que llega al alumnado en muchas ocasiones, admite que es así. Pero la evaluación por competencias no debe dirigirse solo al conocimiento de los resultados, hay que volver útiles los conocimientos, aprender haciendo, cómo utilizo lo que aprendo o para qué sirve. Explicarles qué es evaluar y para qué. Como dice Neus Sanmartí "La escuela se ha pervertido tanto con el elemento acreditativo que los alumnos no se dan cuenta que los evaluamos para saber dónde están y qué necesitan. Nadie puede educar a otro si no va viendo el progreso. No se puede hacer un proceso intencional, para conseguir una meta, sin tener una evaluación". 



Centrándonos en Primaria, la evaluación tiene un marcado carácter formativo. Se trata de dar sentido al proceso, al evaluar para aprender, a ofrecer un juicio cualitativo sobre el grado de desempeño alcanzado y que el alumnado tenga parte activa en ella. De esta forma podemos dar una respuesta educativa adecuada al alumnado cuando se vayan recogiendo evidencias sobre el grado de aprendizaje y de competencias del alumno. Todo ello nos permitirá adaptar el proceso: Dónde están, Qué necesitan o cómo mejorar. Avanzar en el aprendizaje también es aprender y debe quedar patente. Si tras una "evaluación estándar", un alumno no llega a los mínimos y obtiene una calificación suspensa , habiendo progresado, no se vería reflejada la mejora. Por tanto, es básica la evaluación cualitativa y respecto al nivel individual de cada uno.

En Primaria, una vez termine el presente curso es esto lo que nos debe preocupar para el curso siguiente. No es simplificarlo todo con el aprobar o suspender, sino ofrecer una adecuada respuesta educativa para el progreso del alumno a partir de su nivel. Evaluar tiene validez cuando se considera el proceso: "Si la evaluación no se mueve, el resto no se moverá". Que, por cierto, sería conveniente, desde mi punto de vista, que se tuviera muy en cuenta para nueva orden curricular en primaria para Andalucía.

Y, entonces, qué se evalúa. Pues ahí es dónde nos encontramos con una cuestión clave: ¿Qué es aprender?. Si cada docente tenemos una consideración sobre lo qué consideramos aprender, pues nuestra enseñanza irá encaminada a esa concepción y, por tanto, se evaluará de acuerdo a ello sin atender al rigor que proporciona la normativa, el proyecto educativo o la necesaria coordinación docente.

Para conseguir la objetividad entran en juego los criterios: Los criterios de evaluación, al integrar en sí mismos conocimientos, procesos, actitudes y contextos, se convierten en el referente más completo para la valoración de los aprendizajes adquiridos en cada área sino también del nivel competencial alcanzado por el alumnado (desarrolla capacidades e integra competencias). Los criterios se concretan en los indicadores (compuestos por procesos cognitivos, contextos y contenidos) e indican qué vamos a evaluar; porque si no sabemos qué vamos a evaluar, no sabemos qué vamos a enseñar.

Imagen 1: Fragmento de las disposiciones generales de la Orde de 4 de noviembre de 2015

La integración de los indicadores en diversas actividades y tareas genera competencias y contribuye al logro de los objetivos que se indican en cada uno de los criterios. Nos permiten adaptar y modificar contextos y contenidos a los diferentes ritmos, necesidades, momentos del curso, de la programación...etc. Tiene en cuenta a la metodología, ya que se aprende haciendo. En este punto podríamos conectar con lo que Wiggins llamó evaluación auténtica.




Por tanto, tanto criterios como indicadores, serán la referencia al evaluar y no los contenidos descontextualizados (Ver primer párrafo de la imagen 1). Dichos contenidos son necesarios pero con carácter "vehicular" como ya indicaba la Orden 17 marzo 2015 en sus orientaciones metodológicas (que, aunque haya sido sustituida por Instrucciones de 27 de junio, han sido referencia para tratar contenidos). Se trata de volver útil los conocimientos, pronunciarse sobre sobre niveles de competencias adquiridos, tener en cuenta la metodología, mejorar los aprendizajes poniendo énfasis en los procesos... en definitiva: una evaluación estimulante que sirva para motivar (en el sentido de que se sepa para qué), para aprender y para la mejora.

Importante, siguiendo con la objetividad, será diversificar los instrumentos (dónde recojo la información) y las técnicas (cómo voy a evaluar) para abarcar todos los conocimientos y para atender a todas las formas de aprender. Las actividades evaluables no se deben centrar solo en el examen, que pudiendo ser adecuado, miden un momento en concreto y no todos los procesos cognitivos que marcan los criterios. La idea es no estandarizar procedimientos ni evaluar a todos en una fecha fija, ya que las competencias es algo más complejo (combinación de actitudes, capacidades y conocimientos) y más importante que hacer ejercicios repetitivos y descontextualizados.

No es eliminar la calificación, pero es importante puntualizar que debe tener como referencia a los criterios, y sería necesario que fuera acompañada por una evaluación más narrada, de carácter cualitativo. Y más aún en Primaria, con lo que no nos debe preocupar un aprobado o no, sino que haya información al alumnado, a las familias y con medidas necesarias durante el curso o en el siguiente.



No quisiera dejar de citar la orden ECD/2015 de 21 de enero, en la que también se concreta que el aprendizaje debe ser competencial y no centrarse solo en sucesión de contenidos, que se evalúa el proceso, el variar instrumentos y la participación activa del alumnado mediante la coevaluación y la autoevaluación. 

En cuanto a la no promoción, siempre debe ser una medida excepcional (artículo 16 de la Orden citada de evaluación) y se tomará tras haberse agotado el resto de medidas de refuerzo y apoyo para solventar dificultades. De una u otra forma, siempre se deberá tomar medidas en el siguiente curso; todas derivadas del proceso de evaluación. El referente siempre será adquisición de las competencias de cada ciclo, por tanto un argumento más para no evaluar contenidos descontextualizados.

En resumen, y de acuerdo a la Orden de 4 de noviembre de 2015 en su artículo 2, una evaluación debe ser objetiva (fiable, con diversidad de instrumentos), global (que proporcione feedback), formativa (incluida en el proceso, así tiene validez) y criterial (basada en los criterios, en el qué enseñar). Debemos tener un plan: qué tienen que aprender, cómo lo voy a evaluar, y qué instrumentos voy a utilizar. 

Todo esto nos puede llevar a la conclusión en un posible debate sobre "aprobados generales en Primaria": no equiparar calificar con evaluar, que en Primaria lo importante son las medidas con cada alumno a partir de una buena evaluación formativa y no centrar el debate en aprobar o suspender un curso sino en crear un contexto de aprendizaje con adecuados recursos. 

En estos días estamos en una "educación a distancia" con sus situaciones difíciles y complicadas que hay que saber tratar. Pero que en el debate creado no se cite a la evaluación como mera calificación. La evaluación es necesaria y se hará de acuerdo a contextos, situaciones, lo que haya podido trabajar el alumno, sus progresos, dificultades... que se hacen llegar a familias y alumnado (PASEN principalmente pero también mediante correos). Lo de calificar, en Primaria, no debe preocuparnos (es mi modesta opinión). 

Decía Phllippe Perrenaud que "En el mejor de los casos, los jóvenes son sabios cuando salen de la escuela, pero no necesariamente son competentes. No aprendieron a utilizar sus conocimientos fuera de las situaciones de un examen".



domingo, 22 de marzo de 2020

EN ESTOS DÍAS...

En estos días, que todos deseamos que acaben pronto, quizás podamos ver con más claridad qué es lo necesario en educación para conseguir una formación integral del alumnado. Es una opinión personal en estos días en los que se reflexiona sobre lo que sucede, cómo se concibe la educación, lo que hemos estado haciendo o lo que hacemos. Estos puntos que a continuación desarrollo forman parte de aquello que no se conoce del día a día de la educación en el aula, a veces solo sale un libro, unos ejercicios (que no actividades o tareas) y una nota a final de trimestre, pero la educación va mucho más allá:


  • El crear alumnado competente que combine actitud (como la responsabilidad, esfuerzo, curiosidad participación…), capacidad (como autonomía, cooperación, reflexión, organización, resiliencia, planificación…) y conocimientos (para qué sirve, cómo funciona, por qué sucede, cómo se resuelve…). Todo ello por encima de cualquier “asignaturismo”.
  • La concepción del conocimiento como algo significativo, que se conecten entre ellos para ser utilizados en otros contextos. Es la memoria flexible, la de trabajo… no la cerrada o repetitiva para contestar un ejercicio.
  • La importancia de conocer las tecnologías del aprendizaje y conocimiento como medio para eso: aprender y conocer. Lograr una adecuada competencia digital por parte de alumnado y docentes, superando la brecha digital que pueda haber en muchas familias y dotando a los centros educativos de recursos.
  • El valor de la educación física, lo artístico y lo afectivo dentro de una formación integral que se complemente con lo cognitivo. Hay que hacer actividad física educando en ella y como rutina o disfrutar de la música, área que desarrolla muchas capacidades y su sentido va más allá que el fin en sí misma. Áreas que se conciben como "menores" y ahora nos damos cuenta lo necesarias que son para nuestra rutina diaria.
  • Lo necesario de formar personas críticas, con responsabilidad, autonomía, capacidad de razonamiento y dominio de destrezas lingüísticas (especialmente la comprensión lectora y la expresión oral o escrita). Es la base para cualquier aprendizaje.
  • El Aprender va más allá que el escuchar una explicación, hacer ejercicios y que te examinen. Un buen docente no es alguien que manda muchos ejercicios o deberes. Cantidad no es calidad
  • La metodología es un factor esencial, no es sólo explicar. Tenemos que hacer que aprendan. Como docentes debemos adaptarnos al contexto, el modo de aprender del alumnado es lo que condiciona la manera de enseñar.
  • Evaluar no es solo poner una nota, se necesita guiar en el qué y cómo mejorar. 
  • El trabajo en equipo de los docentes es fundamental. La coordinación y establecimiento de una línea común, compartida por todos, facilita el desarrollo del alumnado.
  • Las familias son un pilar básico y hay que adaptarse a la situación particular de cada una por el bien de cada niño/a.
  • Los niños y niñas tienen que jugar, forma parte de su aprendizaje
  • La sociedad (con sus progresos, sus comportamientos, su colaboración, su empatía, su convivencia…) las formamos todos y se aprende también desde el aula, ahí está el futuro. No sólo es "Preparar para el futuro" sino, como decimos en el cole "Queremos construir el futuro". 
  • Aunque la telemática o a distancia ayuda, este tipo de enseñanza nunca será igual a la presencial. El contacto con el alumnado es esencial por todo lo citado hasta ahora. Y además, porque echamos de menos el contacto con nuestros niños y niñas en el aula.



Deseo lo mejor a todas la personas que estén leyendo mi modesta reflexión en este momento. Seguro que en un tiempo volveremos a leerlo echando la vista y pensando que hemos superado unos días difíciles. Mientras tanto, como dice la canción, "Facciamo finta che tutto va ben"








sábado, 7 de marzo de 2020

SOBRE BULOS Y MENTIRAS

Actualmente proliferan noticias falsas o bulos a través de redes sociales, whatsapp o en simples conversaciones con amigos, conocidos o familiares. Cada vez que me llega algo así, además de confimar lo necesario que es formar personas críticas y con capacidad de razonamiento, recuerdo cuando leí sobre la Ley Brandolini. Realmente no es una ley en sí misma sino un principio que, desafortunadamente, estamos viviendo continuamente. 

Alberto Brandolini, informático italiano, tutiteó en 2011:

"La cantidad de energía que se necesita para refutar o corregir una mentira o bulo, es de magnitud superior a la que se necesita para producir esa mentira o bulo"

Es decir, refutar mentiras es mucho más difícil que crearlas. De ello se sirven los que quieren tener poder, influir en grupos o buscar algún beneficio personal. ¿Por qué se transmiten bulos y mentiras?

  • Intencionalmente para potenciar el ego (el que maneja la información, tiene el poder)
  • Por desconocimiento. Se ignora la realidad completa, sólo se conoce una parte dándose por cierto el todo. Suele responder también al "me han dicho que..." y genera miedo o temor.
  • Porque "me ha pasado a mí" y se transfiere a una generalidad dando por hecho que eso pasa.



En los tres casos se difunde sin crítica, sin acudir a la fuente o dejándose llevar por aquellos que dicen que sí han acudido a una "supuesta" fuente (por lo que se aprovechan del desconocimiento del grupo).

La mayoría de las veces, lo relevante no es la mentira en sí sino la intencionalidad del que miente. Una intencionalidad basada en el desprestigio al prójimo, en el ansia de poder por encima de todo.

Pero, ¿Y si hablamos de opiniones? ¿No son respetables? Pues hay opiniones que se basan en mentiras, sin argumentos contrastados, sin base científica, legal o estadística. Estas opiniones inician enfrentamientos y atentan contra las libertades o el rigor de las actuaciones. Y esas opiniones no son respetables, son afirmaciones gratuitas.



Algo que hay que tener siempre presente, evitemos ser engañados por nuestra propia ignorancia, porque de ella se servirán los que quieren influir en nuestras opiniones. Podríamos seguir los siguientes pasos para no caer en bulos o mentiras:

  • ¿Quién comenta o publica? ¿Te informa de fuentes fiables? Y si te cita fuentes ¿Las has contrastado?
  • ¿Son titulares "fáciles"? ¿Has acudido a un estudio o texto completo?
  • Hay cadenas en de mensajes en grupos de whatsapp o redes sociales que no debes dar por cierto si no te has asegurado con los puntos anteriores




Y a los que sufren bulos o mentiras, decirles que, como dijo Cervantes, "Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades". Por eso, cuando la mentira te pille de cerca, lo mejor es no gastar energía en desmentirla y así se evita el provocar enfrentamientos, además de utilizarla en otras vías más productivas: el seguir hacia adelante con educación en una mejora continua.

sábado, 18 de enero de 2020

SOBRE EL "PIN PARENTAL"


Antes de comenzar, explicamos qué es el Pin Parental: Se entiende como autorización expresa que han de dar las familias para que sus hijos asistan a algunas de las actividades complementarias del centro  y que serían  tales como “Charlas o talleres con carga ideológica o moral contrarias a sus convicciones” (entrecomillo porque así se ha indicado en las intenciones normativas). Hay que señalar que estas actividades forman parte del currículum oficial y, por tanto, obligatorias y evaluables.  Actualmente, las familias tienen información de todas las actividades complementarias que se organizan en los colegios y, no confundir, se pide autorización cuando dichas actividades implican salida del colegio.

Esto no va de derechas ni izquierdas, de partidos políticos o incluso de patria potestad (quizás muchos se han quedado con la  introducción de la ministra en sus declaraciones, puede que no muy bien utilizadas, y no se ha ido más allá para entender el contexto. De ello se han aprovechado las guerras políticas)

Es necesario diferenciar convicciones familiares de derechos humanos. El desarrollo y respeto a los derechos humanos no debe ser una convicción sino un deber constitucional que los docentes, desde la educación,  tenemos que transmitir. Y debemos hacerlo porque los niños son sujeto de derecho propio como así lo recoge la Constitución y la Convención de derechos del Niño (Naciones Unidas).

Como la educación es un derecho de los hijos no se debe vetar aquellas que precisamente educa en valores y desarrollando respeto a la diversidad, la igualdad, convivencia…  permitiendo construir una sociedad cada vez mejor. Los valores  se tratan en el currículum de manera transversal, completando la formación integral del niño. En este sentido, es cierto que las familias transmiten valores fundamentales a sus hijos, pero la escuela ejerce la impronta de unos valores universales más allá de las áreas de conocimiento.

Se comentan que estas actividades adoctrinan y no es, ni mucho menos, así. Estas actividades forman para, entre otros valores ya citados,  cuestionar el adoctrinamiento, aprender a pensar, a razonar, a analizar la realidad que nos rodea. El desarrollar el pensamiento crítico es uno de los pilares de la escuela y no debemos privar al alumnado de ello porque es necesario para formarse como persona y convivir en sociedad.

Todo esto nos puede llevar a condicionar materias. Un ejemplo: Imaginad que los “terraplanistas” no quisieran que en clase se hablara de la rotación y traslación; o aquellos que no permitieran hablar sobre cómo evolucionan las especies.

Al final, esto no hace más que poner en duda la labor de la enseñanza pública y el rigor con en el que en ella se trabaja. Los docentes estamos muy convencidos de lo que hacemos y así lo explicamos a las familias. Confiad en que todo lo hacemos con sentido común, déjense de guerras, de buenos y malos, que no hacen más que politizar la educación, porque esto no va ni de derechas ni de izquierdas, es de formar unas personas que convivan en una  sociedad cada vez mejor, y para ello contad con nosotros.