lunes, 30 de septiembre de 2019

¿LE DAMOS AL "REC"?

Cuando se habla del desarrollo competencial del alumnado, la idea es integrar los cuatro pilares del aprendizaje (aprender a convivir, aprender a ser, aprender a hacer y aprender a conocer). De ellos derivan las actitudes (convivir y ser), capacidades (hacer) y conocimientos (conocer) que permiten una formación integral de la persona y a lo que debemos aspirar en educación.

(Imagen del CEIP Huerta Retiro perteneciente al enfoque de competencias) 


Nos centramos, en esta ocasión, en el "aprender a ser" y en las actitudes necesarias que actuarían como raíces del desarrollo del alumnado. Unas raíces que hay que guiar, potenciar, enseñar...

Mi concepción de la enseñanza es desde un enfoque de empatía con el alumnado, conectando con sus intereses, permitiendo la participación, que sientan que el error es útil y algo normal para su aprendizaje relacionado con la evaluación de carácter formativo. Todo ello debe ir de la mano del desarrollo de actitudes como la responsabilidad, el esfuerzo y la autonomía, auténtica base para un aprendizaje auténtico y capaz de adaptarse a cualquier situación, momento, etapa...etc.

Cuando hablamos de esfuerzo, por ejemplo, nos referimos no solo al cuantitativo, sino a aquel de un marcado carácter cualitativo (pensar para qué sirve, cómo me organizo, si entiendo todo, si pregunto en clase, si estructuro horarios...). O cuando hablamos de memoria, siempre sería referida a la llamada "memoria flexible" (la que, una vez me he aprendido partes o conceptos, me permite adaptarme a cualquier tipo de pregunta, de situación a resolver...etc.); es aquella que hace que el mecánico pueda arreglar una avería (sabiéndose de memoria todas las partes de un vehículo); o la del cirujano, la del fisioterapeuta, el médico...etc. Por contra estaría la "memoria rígida" que es aprender una lista de conceptos para responder en un tipo de examen y soltarla para después olvidar.

La responsabilidad, unida a la autonomía, requiere de una formación adecuada mediante medios que la potencien con la respectiva enseñanza. En muchas ocasiones pedimos que sean responsable, así, sin más, sin decirles cómo deben hacerlo o trabajarlo (utilización de agenda diaria, indicaciones sobre cómo organizarse en el día a día tanto en casa como en el cole, establecer prioridades, relacionarla al esfuerzo de acuerdo al enfoque antes citado...)

Como tercer punto, el compromiso. Entendido como el acuerdo entre partes, entre alumno/a-maestro/a; pero también conmigo mismo como alumno/a para todo aquello que debo mejorar y para mantener aquello en lo que voy bien. Ahí lo relacionamos con la evaluación auténtica y sus instrumentos (rol importante del docente en este sentido). Indicaciones sobre la escritura, la composición, el cuaderno y los materiales, la participación en clase, el cumplimento de la tarea, el preguntar...etc. pueden ser algunos aspectos que relacionamos con indicadores de evaluación comunes a toda área. 

En relación a todo esto, y de una forma amena y cercana (o al menos eso intento), les pedí a un grupo de alumnos que se "grabaran" aquello que puede ser base a todo aprendizaje y que se relaciona con las competencias. Se lo graban con nuestra guía, enseñanza, explicaciones oportunas y acompañamiento. Deben tener siempre presente:

  • RESPONSABILIDAD
  • ESFUERZO
  • COMPROMISO
Así que, vamos a GRABARLO: ¿Pulsamos el botón REC?