viernes, 18 de enero de 2013

PERDONEN MI INGENUIDAD COMO DOCENTE

No me convence demasiado el escribir lo que a continuación desarrollo en un blog que concibo con otro enfoque, como bien se puede observar en los diferentes artículos pero, resulta, que el día 17 de enero aparecen dos noticias que en mi ingenuidad me lleva a pensar que si el político contara con la opinión del docente, maestros, profesores, directores, inspectores…, ANTES de legislar en esta materia, no tendrían que andar poniendo y quitando medidas a cada momento. Veamos algunos ejemplos:
 
Perdonen mi ingenuidad como docente por pensar que si hubieran contando con la inspección educativa al elaborar la ORDEN de 18 de diciembre de 2012 (por la que se dispone la publicación del plan plurianual de evaluación general del sistema educativo andaluz para el período 2012-2016), no tendrían que haber paralizado de forma inmediata el borrador que estaba a punto de hacerse efectivo por comprobarse que podrían verse afectadas las competencias del cuerpo de inspectores
 

Perdonen mi ingenuidad como docente por pensar que si hubieran atendido a las opiniones de este colectivo en cuanto a la naturaleza del Programa de Calidad y Rendimiento educativo, no tendrían que haber anunciado su suspensión a día 17 de enero tras haber comunicado los centros a los que se les aprobaba tal plan a día 16 de enero. Algo que, por prensa y sindicatos, ya sabíamos hace algunas semanas.


Perdonen mi ingenuidad como docente por pensar que si hubieran contado con la opinión de coordinadores de TIC de colegios e institutos, la Escuela TIC 2.0 hubiera repartido ultraportátiles a los centros y no al alumnado (o incluso sólo dotar de Pizarra Digital). Todos los años un portátil por alumno creo que es un gasto mayor que dotarlo al centro y que sea éste el que los gestione de forma que al curso siguiente no haya que entregar otros tantos. Pongamos que se reponen cada cuatro años, bajaríamos el presupuesto de forma considerable. La barbaridad que se observaba ha dado lugar a supresión del programa Escuela TIC. Supresión en junio y septiembre, porque en noviembre se informa que darán uno cada tres alumnos y, ahora sí, para que lo gestione el centro (ahora que no hay uno para cada uno y los préstamos es algo delicado). Seguramente me pierda algo en mi condición de coordinador TIC desde 2004, porque lo veía tan claro que será por la ingenuidad del desconocimiento.


Perdonen mi ingenuidad como docente por pensar que la política de bonificaciones (para actividades extraescolares) debería haberse pensado de otra forma y no tener que anunciar, una vez comenzado el curso que, en vez de bonificarse todo, sólo sería una actividad. Para la segunda y sucesivas se pagaría el 100%. Algo lógico, como así se deriva de las observaciones de equipos directivos, empresas… que ya se hicieron al iniciarse la política de bonificaciones. Una política que no es mala pero cuyo tratamiento está dando lugar a no pocos problemas de gastos (especialmente en comedores). Ahora a ver cómo se modifica todo esto con una justificación adecuada sin interpretaciones sesgadas u oportunistas.


Perdonen mi ingenuidad como docente por creer que la forma más adecuada de mejorar el sistema educativo es ir de abajo hacia arriba, es decir, contar con la experiencia de los profesionales para crear un sistema educativo con pilares teóricos pero bases prácticas a partir de las experiencias de mejora. Una estructura que aguantaría cualquier revestimiento exterior adaptable a diferentes realidades concretas de zonas, de condiciones, de alumnado…etc.


Por último, perdonen mi ingenuidad como docente por pensar que algún día la Reforma Educativa será consensuada y tratada, además de entre todos los partidos políticos, entre los que trabajamos en esto: maestros, profesores,  directores, inspectores… que al fin y al cabo somos los que la aplicamos y tenemos que solventar sus déficits con planes de mejora particulares de cada centro.
 

Supongo que todo irá a mejor poco a poco y que de errores aprenderemos... o seré un ingenuo.

2 comentarios:

  1. Somos muchos los ingenuos y somos muchos, los que lo hemos visto tan claro y tan evidente que no podemos imaginar como esas mentes pensantes ( se supone lo de que piensan ) no lo ven.
    Debe de haber muchos intereses detrás....

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  2. Como bien responde Lola, somos muchos los ingenuos que teníamos claro lo que iba a pasar, algo que se podría haber evitado? si tanta mentes pensantes fueran más permeables a la realidad y se quitaran ese halo de soberbia sólo interesados en su propio beneficio personal.
    En fin, tengamos la esperanza de una nueva perspectiva sobre la educación.

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