sábado, 21 de enero de 2012

Pruebas de evaluación por niveles

Una las mejoras que llevamos a cabo en nuestro centro durante este curso, son pruebas de evaluación escrita por niveles. Estos “controles” nos están dando bastante resultados no ya sólo el día de pasarlos, sino en el propio día a día con el alumnado, formando parte de la una metodología que se relaciona con la evaluación formativa como se ha comentado en anteriores publicaciones. Para contextualizarlo y encontrarle sentido debemos relacionarlo con nuestro proyecto educativo (proyecto por competencias, evaluación y metodología), el sistema de evaluación por competencias mediante rúbricas que aplicamos y la programación de aula que concreta todo lo anterior.

Como todo ello no podemos exponerlo en esta entrada, concretamos la explicación a continuación, ya que se han tenido en cuenta diferentes criterios y/o bases teórico-prácticas que a su vez forman parte de nuestra concepción de la enseñanza por competencias y el sentido que debe adquirir la evaluación:

Esta prueba hay considerarla como una herramienta más de evaluación (no es fin último). Lo comento por aquello de la calificación que le pondríamos y la tendencia de hacer medias numéricas (aunque lo ideal es no calificar, al menos al principio, para crear conciencia de evaluación formativa y polarizar la atención en las anotaciones que hagamos al evaluar). Si la ponemos, no debe ser algo aislado, sino coherente con la evaluación para regular los aprendizajes; por tanto debemos tener en cuenta las progresiones que realice el alumno, el nivel de partida de éste…

Se pretende afianzar la idea de "ser capaz de interpretar datos, seleccionarlos y utilizarlos" y no fomentar la idea de "memoria semántica y académica" ("me lo aprendo porque lo dice el maestro" o "me lo estudio para aprobar y no porque lo voy a utilizar").

Producir en vez de siempre reproducir. El alumno reproduce a partir de integrar significativamente aquellos contenidos que aprende. Partimos de una situación de reproducción para llegar a una final de producción cuyo objetivo sea aprender, utilizar lo que aprende, reflexionar…

Evaluar competencias y no contenidos aislados o descontextualizados (debe conectarse con los criterios por competencias que tengamos diseñados en el proyecto y en las programaciones). Cuando nosotros evaluamos competencias, evaluamos los contenidos aprendidos pero siendo utilizados en un contexto real, relacionado con otros contenidos ya aprendidos. Esos contenidos deben forman parte de una producción más que de una reproducción.

Responde o pretende responder a las categorías del aprendizaje (recordar, comprender, aplicar, analizar y evaluar: siguiendo esta secuencia para cada una de las tres partes en que dividimos la prueba).

Fomentar todo lo tratado de evaluación formativa y autorregulación del alumno: Identifica dónde está el error mediante pequeños pasos favoreciendo la autonomía y autoestima.

Tipo de actividades que integren conocimientos, que relacionen, interpreten, creen... y que serían similares a las de clase ya que si no, no tendría sentido una línea metodológica y otra evaluadora.

La parte A pretende que aquel alumno con dificultades pueda "asimilar" los contenidos antes de utilizarlos en su contexto. De esta forma podría ver progresiones y poder realizar la actividad y motivarse (la verdadera motivación aparece cuando el alumno percibe que aprende). La parte B es aquella en la que daríamos un paso más en la aplicación de lo aprendido, tendiendo más a la reflexión, selección y razonamiento del alumno, comienza a producir. Por último, la parte C sería la encaminada a integrar de forma competencial lo que aprende, el alumno realiza una producción en la que tiene que aplicar, analizar e integrar todos los contenidos aprendidos dándole un uso real y plenamente contextual.

Para diseñar estas pruebas nos hemos basado en las líneas marcadas por personas de reconocida valía en educación y concretamente en competencias y evaluación como Neus Sanmartí, Ángel Olid (ambos ya citados en este blog), Ángel Pérez Gómez, Pedro Morales y Miguel Ángel Zabalza. De sus planteamientos recogemos ideas para realizar y justificar toda nuestra línea de actuación, tratando de concretarlos en aspectos del día a día como es el caso de estas actividades escritas.